.

.

.

.

viernes, 29 de agosto de 2008

EL RELOJ DE UNA AMISTAD

Creo que todos nacemos con aproximadamente cien amigos destinados en nuestra vida. Sí, has oído bien; cien. Es muy cierto aquello que dice que tus verdaderos amigos los puedes contar con los dedos de la mano y aún así, te sobran dedos. De los cien amigos iniciales que “alguien” te regala porque sí, por ser tú, unos simplemente se pierden (o quieren) perderse por el camino. Muchos otros están destinados a vivir en un lugar lejano a su ciudad natal y el tiempo es el castigo de lo que inicialmente aparentaba ser una “amistad forever”. Otros se casaron a temprana edad y no les queda tiempo para sandeces. Y la gran mayoría restante, te fallaron en distintas etapas de tu vida en las cuáles ellos eran creíblemente imprescindibles.

Tú conoces a la perfección tus amistades. Con unos congenias más que con otros. Unos son más perfectos y otros algo más “descuidados”. Pero todo en este saco es aceptable y comprensivo. Aceptas lo inaceptable. Tu mejor amigo siempre te pone de mal humor con una cualidad egoista de las suyas pero bajo toda circunstancia lo comprendes, es tu mejor apoyo y lo aceptas tal y como es, incluyendo cada uno de sus personales defectos.

Ser un buen amigo es simple y llanamente hacer de su vida la tuya propia. Mantenerte siempre en su lugar, afrontar y buscar soluciones a su problema como si se tratase de un suceso dado en tu vida, vistiéndote con su piel. Creedme, no es tarea fácil. Un amigo puede llegar a ser el mayor de los tesoros.




Hoy no es ningún día especial
pero si lo es nuestra amistad.
No es corta la distancia que nos separa
y sí muy grandes los momentos contigo vividos.

Porque cuando he sentido frío
y era difícil ver la luz...
allí siempre estaba tu sonrisa.
Porque cuando me han hecho llorar
tu siempre has estado ahí.
¡Sólo tú sabes entenderme!

Mil veces me has prestado tu mano
y has dado por mí mucho más
que cualquier persona de mi entorno.
Porque juntos hemos reído,
y porque juntos hemos llorado...
¡Es bueno saber que estás ahí!

Porque siempre cogiste mi mano
cuando el resto se había marchado.
¡Es tan fácil quererte!

Porque nunca pediste nada a cambio,
porque siempre tuviste fe en mí,
por todos tus detalles...
Porque te has sentado a mi lado
cuando probablemente preferirías estar en otro sitio.

Porque no me hace falta perderte
para valorar todo este cariño.
Porque aún estando separados te siento cerca...
y porque no quiero que me faltes.

Porque siempre me has mostrado el rumbo,
y has recorrido conmigo parte del camino.

Por tomarte la confianza en decir las cosas claras.
Porque has creído en mí...
cuando yo misma había dejado de hacerlo.
Porque eres capaz de oír
incluso lo que no te digo...

Cuando pierdas el camino,
andaré a tu lado.
Cuando veas todo oscuro
iluminaré tu paso.
Cuando te sientas completamente sólo
te daré un abrazo,
soy tu amiga, no te fallaré.


GRACIAS por no juzgar.

GRACIAS por escuchar sin opinar.

GRACIAS por hacerme saber que siempre estarás aquí si te necesito.

GRACIAS por hacerme saber que,
aunque hago cosas que no comprendes
me estás esperando al otro lado del valle
que ahora mismo nos separa.

GRACIAS simplemente por ser.... MI MEJOR AMIGO.

----------------------


Creo que en mi vida he valorado la amistad como hasta ahora. Siempre he pensado que los amigos vienen y van, te las pegan o se las dan, pero mantener constante contacto NECESARIO con alguien por un simple monitor va mas allá de lo que el humano ha sido capaz de crear o destruir, de la razón y realidad e incluso, de la distancia. Si alguna vez me desatiendo por un instante de tí, llámame la atención porque probablemente me esté volviendo loca. Maite Zaitut.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

;D

pusky dijo...

Tu/s amigo/s tienen q estar muy satisfechos d tenerte a su lado, yo lo estaria

Ally dijo...

Gracias pusky!!! :D