"Estoy sentada observando... Mi vida pasa y ¿no hay antídoto? No tengo novio y la gente me señala, soy la loca Juana que por amor no murió". Así comenzaba escribiendo hoy una nueva canción. ¿Quién no ha notado este cambio de vida? Ayer cada “finde” salías. No valía ninguna excusa. Quedabas con tus amigas y no existía otra satisfacción que la de tirarte la noche entera en la barra de aquel bar. En tu mundo no existía otra preocupación mayor que la de beber aun estando saciada tu sed, bailar al son de no sé que música porque ni siquiera prestabas atención, tan sólo movías los pies y fijabas tu mirada al frente. Si aquella noche intercambiabas ojitos golosos con algún que otro ser interesante en tu camino, eras la reina, habías triunfado, ¿qué más podías pedir? Llegabas a casa con el ego extrovertido, mas borracha que las ratas y contando las horas que quedan para regresar. Al día siguiente tu boca parece un puré de hospital, no puedes articular palabra, la camiseta ajustada que llevabas para impresionar no dejó regar bien el cerebro y hoy te sientes algo estúpida, deprimida… pero no importa! Tienes que llamar a tus amigas para ver a qué hora quedáis esta noche…! La realidad se escapaba entre tus dedos, vivías tu juventud sin importarte un qué, un cómo, un cuándo y un por qué.
Hoy todo es distinto. La miradita golosa que aquel fin de semana raptó a tu mejor amiga hoy se llama "novio" y parece ser que la historia entre ellos va viento en popa. Hoy prefiere quedarse en su casa viendo una peli. No se lo tengas en cuenta, sólo será un fin de semana… Pero sus planes con el paso del tiempo crecen: Un finde de camping a la montaña, pasar un día en la playa, ir al parque de atracciones, el estreno en cines de una nueva película… Ally déjala, creo que está enamorada. Hablas con ella y le expresas tu dolor pero le dejas claro que cuando él la deje ahí estará tu hombro cuando necesite llorar. Esperas que llegue el momento porque tienes claro que ese tío no le conviene, que sólo está con ella para tirársela y que cuando se canse se irá a buscar a otra lagarta que se lo deje todo fácil.
Estás perdida. Pronto se van a vivir juntos; otro gran motivo por el cuál ya dejarán de salir, esta vez de forma definitiva: bancos, letras a pagar, muebles, supervivencia con los doscientos escasos euros que les quedarán en nómina… Ya sólo te queda probar la opción de colgar un anuncio en el periódico buscando amigas solteras que sean alérgicas al “llamado amor”.
La cosa está jodida. Unos salen cansados de trabajar y no les quedan fuerzas para lo que antes era la milagrosa cerveza rubia que les acompañaba mientras veían el partido de las ocho, otros están apuntados a actividades “extralaborales” para impresionar a su moza y otros directamente están ahogados porque no llegan a fin de mes por culpa de la puta casita en la montaña. Ni dan las horas, ni los euros, ni el papeo, ni la salud. Eso sí, tus ocho horas diarias de currele no han variado desde la movida de los 80 y, el sueldo, tampoco.
La gente ya está espabilada, te adentras en los veintitantos y todos tienen labrado un mediano futuro: una pareja estable, un coche (a poder ser ya pagado) un piso, un trabajo fijo… Tú que toda esta seriedad ya la viviste anteriormente cuando entonces tenías 16 años mientras la única preocupación de tus amigas era tener un póster de Brad Pitt en bolas y ahora, los papeles han cambiado… ¿Qué haces? Has sido responsable toda tu vida y estos tres años de soltera han dado para mucho: lujuria, desenfreno, borracheras descomunales… Te lo has pasado en grande y aún te quedan fuerzas para seguir “la ruta del bakalao”, la vida fácil… ¿Dónde están ahora ellas?
En cuánto a encontrar una pareja estable en el siglo en que vivimos… No me creo alguien distinta a las demás, ni siquiera especial en ningún sentido pero aspiro a ser mucho más que un adorno para el asiento copiloto de un coche. Hoy por hoy, ¿dónde lo encuentras? No sé al resto de personas pero en mi caso y sin aún comprender el por qué o, en qué fallo… Por norma general poco tardan en salir corriendo… Esta cuestión se la pregunté a alguien con quien en su día compartí parte de mi vida, alguien que me conoce bien y su respuesta fue:
“Si quieres que te diga la verdad, eres muy impulsiva y eso puede asustar. A mi me costó asimilarlo. Desde fuera da la impresión de que lo tienes todo muy claro y que eres muy rígida, pero detrás de todo eso se puede apreciar que no es así. Eres una chica un tanto especial y eso es lo que te hace interesante. A los pavos eso nos asusta, supongo que queremos llevar la voz cantante, los pantalones, y demostrar hasta donde llega nuestro ego, pero tu tienes demasiada personalidad y carácter como para permitirlo. Los machitos de hoy en día quieren sumisas, adornos para el asiento del copiloto del coche como tú siempre decías. Todo esto que te digo es lo que te hace única. No haces mal, sino que las demás no lo hacen bien. No fallas, sino impones. En realidad, respecto a lo que me preguntas, creo que para ellos deberías estar en medio, no ser ni una cosa ni la otra, ni fuerte, ni débil.”
Entonces… ¿Cómo debes actuar? Me niego a no ser yo misma para agradar a una persona. Faltaría al respeto a mis principios. No quiero mantener una cita con alguien y estar pendiente de llevar buena postura y un correcto vocabulario. Señores, las rubias también nos tiramos pedos. En mi vida creo haber estado enamorada una vez y es esta misma persona la única que incluso mis propios defectos eran otro de mis encantos. No me considero distinta, pero me niego a ser otra.
Me desvié un poco del tema principal aunque todo en sí va ligado.
Hoy todo es distinto. La miradita golosa que aquel fin de semana raptó a tu mejor amiga hoy se llama "novio" y parece ser que la historia entre ellos va viento en popa. Hoy prefiere quedarse en su casa viendo una peli. No se lo tengas en cuenta, sólo será un fin de semana… Pero sus planes con el paso del tiempo crecen: Un finde de camping a la montaña, pasar un día en la playa, ir al parque de atracciones, el estreno en cines de una nueva película… Ally déjala, creo que está enamorada. Hablas con ella y le expresas tu dolor pero le dejas claro que cuando él la deje ahí estará tu hombro cuando necesite llorar. Esperas que llegue el momento porque tienes claro que ese tío no le conviene, que sólo está con ella para tirársela y que cuando se canse se irá a buscar a otra lagarta que se lo deje todo fácil.
Estás perdida. Pronto se van a vivir juntos; otro gran motivo por el cuál ya dejarán de salir, esta vez de forma definitiva: bancos, letras a pagar, muebles, supervivencia con los doscientos escasos euros que les quedarán en nómina… Ya sólo te queda probar la opción de colgar un anuncio en el periódico buscando amigas solteras que sean alérgicas al “llamado amor”.
La cosa está jodida. Unos salen cansados de trabajar y no les quedan fuerzas para lo que antes era la milagrosa cerveza rubia que les acompañaba mientras veían el partido de las ocho, otros están apuntados a actividades “extralaborales” para impresionar a su moza y otros directamente están ahogados porque no llegan a fin de mes por culpa de la puta casita en la montaña. Ni dan las horas, ni los euros, ni el papeo, ni la salud. Eso sí, tus ocho horas diarias de currele no han variado desde la movida de los 80 y, el sueldo, tampoco.
La gente ya está espabilada, te adentras en los veintitantos y todos tienen labrado un mediano futuro: una pareja estable, un coche (a poder ser ya pagado) un piso, un trabajo fijo… Tú que toda esta seriedad ya la viviste anteriormente cuando entonces tenías 16 años mientras la única preocupación de tus amigas era tener un póster de Brad Pitt en bolas y ahora, los papeles han cambiado… ¿Qué haces? Has sido responsable toda tu vida y estos tres años de soltera han dado para mucho: lujuria, desenfreno, borracheras descomunales… Te lo has pasado en grande y aún te quedan fuerzas para seguir “la ruta del bakalao”, la vida fácil… ¿Dónde están ahora ellas?
En cuánto a encontrar una pareja estable en el siglo en que vivimos… No me creo alguien distinta a las demás, ni siquiera especial en ningún sentido pero aspiro a ser mucho más que un adorno para el asiento copiloto de un coche. Hoy por hoy, ¿dónde lo encuentras? No sé al resto de personas pero en mi caso y sin aún comprender el por qué o, en qué fallo… Por norma general poco tardan en salir corriendo… Esta cuestión se la pregunté a alguien con quien en su día compartí parte de mi vida, alguien que me conoce bien y su respuesta fue:
“Si quieres que te diga la verdad, eres muy impulsiva y eso puede asustar. A mi me costó asimilarlo. Desde fuera da la impresión de que lo tienes todo muy claro y que eres muy rígida, pero detrás de todo eso se puede apreciar que no es así. Eres una chica un tanto especial y eso es lo que te hace interesante. A los pavos eso nos asusta, supongo que queremos llevar la voz cantante, los pantalones, y demostrar hasta donde llega nuestro ego, pero tu tienes demasiada personalidad y carácter como para permitirlo. Los machitos de hoy en día quieren sumisas, adornos para el asiento del copiloto del coche como tú siempre decías. Todo esto que te digo es lo que te hace única. No haces mal, sino que las demás no lo hacen bien. No fallas, sino impones. En realidad, respecto a lo que me preguntas, creo que para ellos deberías estar en medio, no ser ni una cosa ni la otra, ni fuerte, ni débil.”
Entonces… ¿Cómo debes actuar? Me niego a no ser yo misma para agradar a una persona. Faltaría al respeto a mis principios. No quiero mantener una cita con alguien y estar pendiente de llevar buena postura y un correcto vocabulario. Señores, las rubias también nos tiramos pedos. En mi vida creo haber estado enamorada una vez y es esta misma persona la única que incluso mis propios defectos eran otro de mis encantos. No me considero distinta, pero me niego a ser otra.
Me desvié un poco del tema principal aunque todo en sí va ligado.
RESUMIENDO: Estás más sólo que la una, tus amigos ya no llevan aquella vida de los dieciocho y hoy por hoy es casi improbable encontrar a alguien que realmente merezca la pena.
¿Cómo lo solucionamos?