Y eS Que Ya No Me SieNTaS BiEn...

No es fácil seguir mirando atrás con medio cuerpo en el presente. No es fácil volver a escribir encima de lo que fuimos, y demasiado fácil escarbar en lo que nunca fuimos. Dolor atroz, remordimiento, rabia, inseguridad, mentiras, falta de respeto… APARIENCIAS. Tú eras el tallista, y yo sólo una moldura cualquiera.

Hoy, después de todo, aún me queda asimilar que anoche te acostaste en otros labios. Que todo el dolor tatuado en mi piel no fue lo más importante habitando en tu consciencia. Que daba igual una Marta, que una Lorena, pues cualquier cosa te vendría bien para taponar tu rabia.

He llorado, he gritado, he consumido todos los cartuchos de esperanza en que volvieras con un cambio, con una recompensa que saciara todas mis dudas hacía ti, con que trajeras la medicina perfecta desde el otro lado del río. Pero lloré, grité y consumí, desde algún lugar lejos de ninguna parte, sin que nadie pudiera oírme. Porque no quise entender que tú hace mucho ya marchaste, y que yo sola cargaba con el peso de un montón de páginas llenando nuestra historia. Olvidé, que el resto del mundo estaría siempre por delante mío.

Hoy los árboles sólo saben llorar hojas secas, los pájaros se han puesto de acuerdo para no cantar, y el ruido se ha quedado a descansar con el silencio. Hoy, solo siento dolor. Me quedé media vida esperándote, jamás me di por vencida. Confiaba en que al menos en tus versos habitaba la verdad, y que éstos, moverían las montañas del único espacio que nunca muere: TÚ y YO.